Tomemos un minuto para hablar sobre su medicamento.

Esto es haloperidol. Ayuda a tratar los síntomas de ciertos trastornos mentales. Este medicamento puede ayudarlo a sentirse mejor mentalmente y a pensar con más claridad. También se puede utilizar para controlar los tics en el síndrome de Tourette. También puede tener otros usos.

Este medicamento a menudo se toma varias veces al día. Debe tomar haloperidol exactamente como se lo indique su médico. Su médico determinará qué dosis es la adecuada para usted y puede aumentar su dosis con el tiempo.

Muchas personas tendrán efectos secundarios. Los efectos secundarios comunes incluyen dolor de cabeza, somnolencia y sequedad de boca. Puede sentirse inquieto y tener problemas para dormir. Debe esperar hasta saber cómo le afecta este medicamento antes de realizar actividades que requieran que esté alerta, como conducir o andar en bicicleta. También puede sentirse mareado, por lo que debe ponerse de pie lentamente después de sentarse o acostarse. Estos efectos son normales si son leves y deberían desaparecer. Si estos u otros efectos se conviertan en motivos por los que desea dejar de tomarlo, hable con su médico o farmacéutico. Pero no deje de tomarlo a menos que su médico lo permita. 

Al igual que con cualquier medicamento, pueden producirse efectos secundarios raros, pero más graves. Con haloperidol, esto puede incluir problemas musculares, movimientos físicos anormales y cambios en el ritmo cardíaco. Debe leer la Hoja de Información para el Paciente para saber qué síntomas observar y cuándo informarlos. Para ayudar a mantener esta medicina segura para usted, su médico le hará un seguimiento de cerca y puede ordenar análisis de sangre.

Haloperidol puede interactuar con otros medicamentos. Siempre debe consultar con su médico o farmacéutico antes de tomar cualquier otro medicamento. Además, no se debe beber alcohol. 

Las mujeres deben consultar con sus médicos antes de quedar embarazadas y antes de amamantar.

Para mejores resultados con haloperidol, asegúrese de planificar con anticipación las recargas y trabaje con su médico para controlar los efectos secundarios.