Tomemos un minuto para hablar sobre su medicamento.

Esto es naltrexone. Se usa como parte de un plan de tratamiento para ayudar a las personas que dependen de las drogas opioides o el alcohol. También puede tener otros usos.

A menudo se toma una vez al día. Su médico determinará qué dosis es adecuada para usted. Debe tomarlo exactamente como se lo indique su médico.

La mayoría de las personas toleran bien este medicamento. Al principio, pueden ocurrir algunos efectos secundarios, como ansiedad, dolor de estómago, náuseas y dolor de cabeza. Algunas personas tendrán problemas para dormir y dolor muscular o articular. Estos efectos son normales si son leves y debe desaparecer. Debe esperar hasta saber cómo le afecta este medicamento antes de hacer actividades que requieran que esté alerta, como conducir. Si estos u otros efectos se convierten en razones por las que desea dejar de tomarlo, hable con su médico o farmacéutico. No deje de tomarlo repentinamente a menos que su médico le diga que está bien.

Al igual que con cualquier medicamento, pueden ocurrir efectos secundarios poco frecuentes pero graves. Con naltrexone, esto incluye problemas con el hígado. Debe leer la Hoja de Información del Paciente para saber qué síntomas debe observar y cuándo informar los cambios.

Naltrexone puede interactuar con otros medicamentos. No tome naltrexone si aún usa medicamentos opioides. Debe consultar con su médico o farmacéutico antes de tomar otros medicamentos y no beber alcohol.

Use una etiqueta de alerta médica o lleve una tarjeta de identificación que indique que usa naltrexone. Es importante que cualquier proveedor de atención médica que lo atienda sepa que está tomando este medicamento.

Naltrexone puede ser inseguro para los bebés en el vientre. Las mujeres deben consultar con sus médicos antes de quedar embarazadas y antes de amamantar.

Para mejores resultados con naltrexone, asegúrese de seguir las órdenes de su médico para recibir asesoramiento y terapia.