Tomemos un minuto para hablar sobre su medicamento. Esto es Granix. Ayuda a mantener niveles saludables de glóbulos blancos en su cuerpo. A menudo se usa después de la quimioterapia. Glóbulos blancos ayudan a prevenir o combatir infecciones. También puede tener otros usos. Granix se administra como una inyección debajo de la piel, con una aguja muy fina. Debe usarlo exactamente como su médico le indique. Granix viene como una jeringa precargada y un vial. Debe leer las "Instrucciones de Uso" para obtener información completa. Antes de administrar una dosis en casa, debe mostrarle como se administra una inyección a su médico para que se sienta seguro. Además, su médico le enseñará cómo rotar los sitios de inyección, y cómo desechar las jeringas. Si aún tiene preguntas, su médico o farmacéutico pueden ayudarlo. La mayoría de las personas toleran bien este medicamento. El efecto secundario más común es el dolor en los huesos. Este efecto es normal si es leve y debe desaparecer. Si este u otros efectos secundarios se convierten en motivos para dejar de tomar Granix, hable con su médico o farmacéutico. Como con cualquier medicamento, pueden ocurrir efectos secundarios raros pero graves. Con Granix, estos incluyen problemas con el bazo, los pulmones, el corazón y el riñón. Debe leer la Hoja de Información del Paciente para saber qué síntomas debe observar y cuándo debe informar los cambios. Debe prestar mucha atención a su cuerpo y llamar a su médico de inmediato si observa algún cambio inusual. Para ayudar a mantener este medicamento seguro para usted, su médico seguirá de cerca su condición y puede ordenar análisis de sangre. Granix puede interactuar con otros medicamentos. Siempre debe consultar con su médico o farmacéutico antes de tomar otros medicamentos. Las mujeres deben consultar con sus médicos antes de quedar embarazadas y antes de amamantar. Para mejores resultados con Granix, almacene las dosis no utilizadas en el refrigerador y lea las 'Instrucciones de Uso' para obtener información completa.