Tomemos un minuto para hablar sobre su medicamento. Esto es Rebif. Ayuda a tratar la esclerosis múltiple. El objetivo es reducir el número de recaídas y ralentizar el inicio de un posible deterioro físico. Rebif se administra como inyección debajo de la piel. Antes de usarlo en casa, debe demostrarle a su médico o enfermero que puede colocarse una inyección. Debe saber cómo almacenar el medicamento y cómo desechar las agujas. Si tiene cualquier pregunta, su médico o farmacéutico pueden ayudarle. El área de la inyección puede doler levemente o enrojecerse. Llame al médico si esto empeora o si no desaparece en unos días. Puede tener síntomas similares a los de la gripe después de cada dosis. Estos incluyen cansancio, dolor muscular, fiebre, escalofríos o sudor. A menudo disminuyen después de los primeros meses de tratamiento. Hasta entonces, su médico puede aconsejarle cuál es el mejor analgésico para usted. Si estos u otros efectos secundarios causan que quiera dejar de usar Rebif, por favor hable con su médico o farmacéutico. Al igual que con cualquier medicamento, pueden ocurrir efectos secundarios más graves. Con Rebif, estos pueden incluir reacciones alérgicas, convulsiones y problemas con la sangre, hígado, o tiroides. Debe leer la guía del medicamento para obtener información completa. Para mantener la seguridad de este medicamento para usted, su médico ordenará análisis de sangre y le observará de cerca. Si alguna vez siente cambios emocionales o anímicos inexplicables, como depresión, ansiedad o ideas de suicidio, podrían ser efectos secundarios de este tipo de medicamento. Debe llamar al médico enseguida. Las mujeres deben hablar con el médico antes de embarazarse o dar de lactar. Para mejores resultados, tome Rebif exactamente según las indicaciones del médico y pregunte sobre los recursos de apoyo para el paciente.